lunes, 13 de septiembre de 2010

AJUSTES CURRICULARES DE CIENCIAS NATURALES: ANALISIS DE DOCUMENTO CIENTIFICO

II UNIDAD: INTERACCIONES BIOLOGICAS
SEPTIMO SEGUNDO SEMESTRE

GUIA DE TALLER DE INTERACCIONES BIOLOGICAS


1 Actividad.- Análisis de documento:

Lee el documento y realicen un resumen en su cuaderno.
EXTRACTO DE “EL CONEJO EUROPEO EN CHILE: HISTORIA DE UNA INVASIÓN BIOLÓGICA”
Pablo Camus* , Sergio Castro**, Fabián Jaksic***
* Centro de Estudios Avanzados en Ecología y Biodiversidad (CASEB). Correo electrónico: pcamusg@uc.cl
** Departamento de Biología, Facultad de Química y Biología; Universidad de Santiago de Chile. Centro de Estudios Avanzados en Ecología y Biodiversidad (CASEB). Correo electrónico: scastro@usach.cl
*** Departamento de Ecología, Pontificia Universidad Católica de Chile. Centro de Estudios Avanzados en Ecología y Biodiversidad (CASEB). Correo electrónico: fjaksic@bio.puc.cl
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Este trabajo analiza las relaciones entre los seres humanos y su ambiente, a partir de la historia de la aclimatación y posterior invasión de conejos en Chile, constatando que, en el largo plazo, las acciones humanas tienen efectos e impactos insospechados sobre el medio natural. En efecto, si bien inicialmente los conejos fueron vistos como una oportunidad de desarrollo económico a partir del aprovechamiento de su piel y su carne, pronto esta especie se convirtió en una plaga difícil de controlar en diversas regiones del país, como Chile central, Tierra del Fuego e islas Juan Fernández. Así, con el paso del tiempo, el conejo se ha terminado por transformar en nuestro país en un verdadero "convidado de piedra".
Palabras clave: Historia ambiental, invasiones biológicas, conejo europeo, ecología y medio ambiente.
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INTRODUCCIÓN1
El proceso de globalización ha concitado modificaciones no solo en los patrones culturales y económicos del planeta, sino que también sobre el patrimonio biológico de los países involucrados2. Así, el aumento de la conectividad comercial y del transporte entre regiones remotas del planeta ha propiciado un intercambio de flora, fauna y microorganismos sin precedentes en la historia geológica3. En muchas ocasiones, la introducción de especies se realiza de manera intencional, como es el caso de aquellas con importancia económica y productiva. Sin embargo, en otras situaciones, la introducción es involuntaria y en muchos casos indeseada, como ocurre con especies de maleza o plaga.
Las especies invasoras han despertado un renovado y creciente interés en nuestra sociedad4. Por una parte, se ha reconocido que su presencia afecta el patrimonio natural (biológico) de las unidades geopolíticas recipientes, debido a que puede alterar la representación de especies nativas, y en algunos casos causar su extinción. Por otra, las especies invasoras afectan negativamente a los sectores productivos, debido a que pueden comportarse como malezas o plagas de cultivos. Finalmente, la llegada de nuevas especies puede implicar efectos en la salud humana, al introducir conjuntamente patógenos o sustancias deletéreas.
Aunque la dimensión biológica de estas invasiones comienza a ser mejor comprendida desde el punto de vista de la teoría ecológica, un aspecto claramente menos estudiado lo constituye su dimensión humana5. Esto es particularmente cierto si se considera que la conectividad global (i.e. globalización) está sustentada por relaciones entre unidades geopolíticas concretas (i.e. países), y que estas se han modificado profundamente en los últimos 500 años. Así, el estudio de la dimensión humana de las invasiones biológicas constituye una vertiente que permite comprender cómo se ha amparado, histórica, social y políticamente, la introducción de especies, y qué lecciones es posible extraer de estas experiencias para aplicarlas en el futuro, pues es probable que nuevos eventos de este tipo vuelvan a ocurrir.
El conejo europeo (Oryctolagus cuniculus L.) ocupa un lugar importante entre la fauna invasora de Chile7. Siendo una especie introducida -aparentemente con propósitos comerciales-, la crianza en conejeras en Chile central llevó a su escape o liberación en ambientes naturales. Alcanzado el estatus de especie silvestre, esta especie no solo logró expandir su distribución geográfica, sino que alcanzó abundancias poblacionales considerables, al punto de causar perjuicios económicos al sector silvo-agropecuario y convertirse, de paso, en una especie plaga: un convidado de piedra8. En la actualidad, la presencia del conejo europeo en Chile no solo se observa en la porción central del territorio, sino también en el archipiélago de Juan Fernández, Tierra del Fuego y parte de la Patagonia chileno-argentina.
EL CONEJO EUROPEO
El conejo europeo es una especie nativa de la Península Ibérica. Originalmente su distribución estuvo restringida por los eventos de glaciación que afectaron al continente europeo, determinando la aparición de dos subespecies: O. cuniculus cuniculus y O. cuniculus algirus9. La primera subespecie se distribuye en la porción noreste de la península y en el sudeste de Francia, mientras que la segunda se halla al suroeste de España, incluyendo Portugal. La gran fecundidad exhibida por esta especie, así como su importancia peletera y comestible, probablemente motivaron su introducción en diversas regiones del mundo (i.e. Asia, África, Australia, Nueva Zelanda y América), incluyendo numerosas islas oceánicas. Así, en este último caso, la dotación de conejos proveería de sustento alimenticio a los primeros viajeros interoceánicos de los siglos XV y XVI en adelante. En muchas de estas localidades el conejo terminó asilvestrándose y transformándose en una especie indeseada. Este es el caso de Australia, donde no hubo conejos hasta que el velero Lightning llevó, en 1859, dos docenas de ellos encargados por el terrateniente Thomas Austin, quien no se quería privar de la tradicional caza del conejo. Los conejos liberados por Austin no tenían depredadores naturales, por lo que se multiplicaron con una rapidez abismante. En pocos años llegaron a convertirse en millones y progresivamente fueron ocupando el continente australiano sin que nada los detuviera. Como paliativo se importaron zorros desde Inglaterra, pero ellos prefirieron depredar la fauna marsupial indígena y casi terminaron por exterminarla. Posteriormente, se colocó una alambrada de 11.000 kilómetros a través de todo el país, sin resultados. En diez años Australia exportó 700 millones de pieles de conejos y 160 millones de conejos congelados. Todas las medidas para eliminar el conejo fueron inútiles, hasta que en 1950 los científicos comenzaron a inyectar el virus mixoma a los conejos. Los mosquitos se encargaron de transmitir la enfermedad, hasta que, para 1951, la propagación del mixoma había alcanzado su punto máximo10.
Prácticamente en todos los países en que se ha introducido el conejo, este ha sido un colonizador exitoso y ha demostrado su potencial destructor para los ecosistemas, los cultivos y el ganado. Por ello, el conejo ha llegado a ser uno de los ejemplos clásicos que se utilizan para caracterizar los impactos provocados por las invasiones biológicas. Al mismo tiempo, paradójicamente, en muchos países el conejo ha sido introducido deliberadamente con el objetivo de practicar la cacería, obtener carne y pieles, e inclusive para ser adoptado por familias como mascota. En Europa y otros continentes, el conejo ha sido por siglos objeto de altercados y rivalidades entre los "arrendatarios" y los "grandes propietarios", quienes se disputaban los derechos de propiedad sobre su caza, por lo que el estatus jurídico del conejo fue objeto de largas deliberaciones, querellas y legislaciones. En la segunda mitad del siglo XX, los programas de investigación científica, bajo el amparo de los gobiernos nacionales, han establecido costosos laboratorios de experimentación médica y programas de control de esta especie. En suma, el conejo es una especie económicamente importante, que se adapta eficaz y rápidamente, al mismo tiempo que un seguro y exitoso colonizador

CONEJOS EN TIERRA DEL FUEGO
Otra plaga de conejos conocida en el país fue la ocurrida en la región fueguina de Magallanes. Pedro Arentsen señala que los primeros conejos fueron introducidos en la Isla Grande de Tierra del Fuego, hacia 1874, por misioneros protestantes que se instalaron en la parte argentina de la isla, enfrentando el canal Beagle. Estos primeros ejemplares se habrían multiplicado libremente, en una vida completamente silvestre, pero al cabo de poco tiempo habrían sido diezmados por un invierno muy crudo, de fuertes heladas y nevazones. En 1913, se habrían liberado nuevamente conejos en el sector chileno de Baquedano y poco después en las proximidades de Porvenir, pero debido a los duros inviernos ninguno de estos ensayos habría prosperado, para suerte de la ganadería fueguina de entonces. La plaga de 1950 provino de dos parejas de conejos de origen europeo largados en los alrededores de Porvenir, por el año 1936, o quizás dos o tres años antes. Estos conejos se habían "multiplicado rápidamente sin dársele mayor importancia al hecho, debido a que tanto los ganaderos como los obreros veían en el aumento de su población una nueva fuente de riqueza para la provincia"69

2.- Actividad: Análisis de gráficos:

En una capsula de petri se mide la reproducción de 2 colonias de bacterias, y se grafica. Observando el grafico responde a las siguientes preguntas:


a) ¿Qué colonia tiene mayor producción mantenida en el tiempo?
b) ¿Qué tipo de interacción podría explicar lo graficado?.

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